Siempre hay esperanza y oportunidad para cambiar porque siempre hay oportunidad para aprender”
Virginia Satir
Entiendo a la familia como un todo, como sistema vivo y activo en el que cada persona se va adecuando, transcurriendo por etapas de desequilibrio y adaptación en las que el crecimiento siempre es una posibilidad. Como ocurre en un caleidoscopio, un pequeño giro puede cambiar la imagen completa.
Estoy licencianda en psicología por la Universidad de Deusto. Me especialicé en psicología perinatal por la Universidad Rovira i Virgili. Mientras me iba formando como psicoterapeuta familiar y de pareja con la Escuela Vasconavarra de Terapia Familiar.
Siento pasión por las personas y sus circunstancias, lo que es la esencia misma de lo humano: lo relacional, lo sistémico, lo que nos configura y nos mueve.
															Desde el modelo sistémico entendemos que cuando hay un problema o una dificultad está relacionada directamente con las relaciones que existen entre las personas y no tanto con las personas de manera aislada. Por eso es imprescindible conocer el contexto en el que vivimos y los primeros años de vida que nos dejan una huella que nos va acompañando todo el camino.
															
															Aplicamos una mirada sistémica en el trabajo uno a uno, al entender a la persona como parte de sistemas relacionales (familia, pareja, trabajo, sociedad), y considerando que los síntomas o malestares que presenta no surgen solo de su interior, sino que están relacionados con dinámicas, roles y patrones relacionales. No se trata solo de «qué te pasa», sino de «dónde, con quién y cómo sucede lo que te pasa».
Respecto al trabajo en pareja, desde el modelo sistémico intervenimos con profundidad centrándonos en las interacciones, patrones de comunicación, roles y dinámicas que ocurren entre dos personas que están en una relación significativa. El foco está en cómo funciona la danza relacional para modificar la interacción y así generar nuevas posibilidades de vínculo más saludables.
Entendemos a la familia como un sistema en el que cada miembro influye en los demás y es influido por ellos. Partimos de la idea de que los problemas individuales muchas veces tienen una función o sentido dentro del sistema familiar, y que el cambio real requiere movilizar las dinámicas relacionales. El objetivo es transformar los patrones relacionales, cuando la familia cambia sus dinámicas (comunicación, límites, roles), el síntoma suele disminuir.